Mientras cuentas las estrellas te rodea la oscuridad más absoluta.
En una entrada que realicé el pasado mes de febrero presenté tres olmos que llegaron nuevos a casa. Ente ellos estaba uno en escoba que había pasado varios años en una caja de poliespan.
A pesar de haberlo trasplantado cuando las yemas empezaban a engordar, haberle aplicado Superthrive, haberle puesto la bolsa por encima, aplicarle Enraigard y darle todos los mimos posibles, ha muerto tras varios meses de convalecencia.
Al final el tiempo actuó de juez y dictaminó su sentencia. Ya desde el principio no las tenía todas consigo, pues la intervención que hubo que realizarle a las raíces fue mayor de lo deseado.
Esta circunstancia no nos pude llevar al desanimo, sino sacar una lectura positiva de la situación. Cuantas veces no habremos hecho burradas a algunos árboles fuera de fecha y sin tanto mimo y han salido a delante. No estaba para mi y punto; ya vendrá otro a sustituirlo.
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